20/6/2018

La importancia del flujo del aire en una sala blanca

Un incorrecto flujo de aire en una sala blanca puede arrojar índices de clasificación de la sala inferiores a los previstos. Una mala clasificación de sala puede acarrear costos significativos.

Es habitual que para el cálculo de caudal de aire a suministrar en un área con requerimientos precisos de control como una sala blanca o sala limpia se establezcan reglas prácticas “ambiguas”, asociadas al grado de limpieza de la sala (Clasificación según normas ISO 14644 y /o recomendaciones GMP). 

Estas decisiones en forma arbitraria pueden tener implicaciones de costos muy significativas, y en definitiva no se relacionan estrictamente con el recuento de partículas en el ambiente clasificado y, por lo tanto, en la clasificación efectiva de la sala. Esto quiere decir que un incorrecto flujo de aire en una sala blanca puede arrojar índices de clasificación de la sala inferiores a los previstos independientemente del caudal de aire recirculado.
El primer aspecto a evaluar es la propia definición de la sala blanca en donde se debe controlar y minimizar la generación, retención e introducción de partículas al ambiente, y en este aspecto intervienen otros parámetros que se relacionan entre sí conformando en su conjunto la condición deseada para la operatividad de la planta.

Al pasar de un estado “en uso” a las condiciones “en reposo”, no podemos dejar de tener en cuenta la relación que existe entre la tasa de recambios de aire, la tasa de ventilación, la concentración de partículas de aire en el espacio y las tasas de recuperación. El número de renovaciones de aire están más relacionadas con la capacidad de una sala de recuperarse, sea de una situación eventual o de una condición determinada por el uso, y no con la clase de limpieza requerida para la misma.

En general se establece que para un área limpia de grado farmacéutico una cantidad de 20 renovaciones horarias del volumen total de la sala es suficiente para obtener una recuperación de la misma en el orden de los 20 minutos al pasar de las condiciones “en operación”  a las condiciones “en reposo”.

Si bien la tasa de renovaciones de aire es importante para el diseño de sistemas de HVAC farmacéuticos, la concentración del caudal en la sala puede generar espacios muertos donde no exista dilución de las partículas que pudieran generarse, y por lo tanto se tendrán espacios considerados como posibles focos de contaminación. Sin embargo, puede obtenerse un mayor beneficio si a la filtración correcta del aire asociamos los patrones de flujo adecuados que permitan una sala limpia controlada. Estos patrones se deberán decidir en función de la geometría de la sala, el número de difusores y el propio proceso o maquinaria empleada. Un sistema de HVAC, pensado en todos sus aspectos, y desde la etapa inicial de proyecto, deberá ser un sistema que se mantenga en el tiempo, y adecuado a cada necesidad.

Para establecer en forma efectiva el volumen de aire correspondiente a una sala limpia o sala blanca, se deben tener en cuenta otras variables como pueden ser: el caudal de aire que se determine como resultado del balance térmico, para lo cual es fundamental conocer el uso y el equipamiento afectado, y la presión diferencial que debe generarse para mantener el flujo correcto en el área respecto de sus salas adyacentes.

Como conclusión se debe destacar la importancia en establecer los patrones adecuados de flujo de aire en una sala blanca teniendo en cuenta los factores de diseño y utilización para optimizar los recursos de acuerdo con la clasificación deseada. 



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Salas Blancas


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